Propulsión eléctrica sin restricciones.

1.- Sistema de carga

Gracias a un sistema de carga flexible, la batería se puede cargar tanto en las columnas de carga de corriente alterna (CA) como en las columnas de carga de corriente continua (CC). Las tomas de corriente domésticas, las wallbox y la mayoría de las estaciones de carga públicas suministran corriente alterna (CA). Por otro lado, las estaciones de carga rápida de CC pueden proporcionar mayores capacidades de carga y se encuentran sobre todo a lo largo de las autopistas. Dado que las baterías solo absorben corriente continua, los vehículos eléctricos poseen un cargador de a bordo integrado que convierte la corriente alterna (AC) en corriente continua (CC).

2.- Batería de alto voltaje de iones de litio

La batería de alto voltaje de iones de litio es el acumulador central de energía para la propulsión eléctrica. Tanto la autonomía como el rendimiento dependen directamente de la capacidad de la batería. La batería se recarga mediante conexión externa a la red eléctrica. Además, se recupera energía al frenar y en régimen de retención. La batería, dividida en varios módulos, se instala en los bajos del vehículo para favorecer un bajo centro de gravedad global del vehículo y mejorar así las propiedades dinámicas.

3.- Sistema de recuperación de la energía de frenado

Una fuente importante de energía para incrementar la autonomía y reducir el consumo proviene del incremento de la recuperación energética en las fases de frenado y en régimen de retención.

4.- Motores eléctricos

El motor eléctrico transforma la energía eléctrica de la batería de alto voltaje en energía mecánica y ofrece una propulsión impresionante desde la primera revolución. En los modelos de tracción integral se utilizan dos motores eléctricos: uno en el eje trasero y otro en el eje delantero. Las fuerzas de propulsión se distribuyen de forma progresiva y eficiente entre el eje delantero y el eje trasero para reducir el consumo eléctrico y para mejorar el dinamismo.